EL PUEBLO OLVIDADO

EL PUEBLO OLVIDADO
Ese nombre se lo han puesto los mismos habitantes de el pequeño pueblo de campaña allá a mediados de los años cuarenta del siglo pasado su nombre original era otro en recuerdo de un conspicuo y viejo peregrino que lo habitó por primera vez, pocas casas en el centro del pueblo una plaza y a cada lado la iglesia enfrentado a ella la municipalidad y la particularidad que en ese lugar había un hospital, en el diario de ese tiempo un avezado periodista releyendo los comentarios se encontró con una noticia que lo conmovió y creyó ver en ese pequeño recuadro una historia.

La historia comienza cuando un residente se accidentó en su campo cuando un caballo se desbocó y le pegó una coz dejándolo desmayado fue trasladado al hospital, los médicos lo auscultaron y pudieron comprobar que el sujeto estaba en estado de coma así le dijeron a sus familiares pero que todavía quedaba una esperanza pués había casos que se pudieron recuperar, lo colocaron en una cama los familiares lo cuidaban noche y día así fue pasando el tiempo pero el enfermo no reacciona.

Ya había pasado un año nadie tenía a su lado la familia no concurría más nada se sabía de ella como si el tiempo la hubiera desaparecido, lo galenos no sabían que hacer con el enfermo hubo una reunión en donde hubo posiciones encontradas, una posición era dejar de pasar suministros otro una posición más humanística por eso del juramento médico dijo tener una idea y mantenerlo en hibernación para tal fin había realizado una máquina un aparato metálico de tres metros por dos, y ahí lo colocarían al enfermo y lo controlaría a diario hasta que despierte.

Se habló donde se pondría ese aparato en el pequeño hospital no lo podían tener, alguien susurró como al descuido el sótano en el lugar había energía eléctrica y el aparato podía así funcionar colocaron al enfermo en el aparato buscaron dentro del lugar un sitio alejado y sombreado total el sótano era poco frecuentado.Fueron pasando los días los meses los años y el aparatejo continuaba en el mismo lugar como un adorno del viejo sótano pasaron tantos años que se habían olvidado de él.

El tiempo pasó el pueblo poco poco también ha cambiado se agrandó otros moradores lo habitaban gente de la ciudad cansada del vértigo los bocinazos se trasladaba a lugares más tranquilos lejos del mundanal ruido, es así que ese pequeño pueblo se convirtió en ciudad ya el hospitalito quedaba pequeño para tanta gente y aprobaron en la municipalidad construir otro más grande y moderno mientras el viejo hospital quedaba de apoyo hasta la construcción del mismo.

Ha llegado el equipo de demolición y se encuentra con un aparato de metal en un rincón del sótano y se lo transmite al director del hospital, lo cubría una gruesa manta de tela de arañas con gran sorpresa para todos los presentes lo abren y encuentran al sujeto dentro del mismo lo observan, y sigue teniendo signos vitales pero en estado de coma lo trasladan a una cama y lo siguen auscultando el sujeto pese a los años transcurridos han pasado casi sesenta años y no ha envejecido.

A los pocos días el enfermo despierta el se ve en una cama del hospital tal como lo conocía por que él era residente tal vez una mano de cal pero estaba igual, los médicos no salían de su asombro todos los parámetros estaban igualado en conclusión el enfermo estaba sano la medicina no podía explicarlo era algo sobrenatural llegaron a decir que era un milagro, solo que el estaba en la cama estaba hambriento.

Lo mostraron por todo el mundo como un fenómeno los periódicos de todo el orbe se hicieron eco de tal acontecimiento se publicó en primera plana a todo color para darle más resalte, así fue que hasta salió publicado el nombre del pueblo olvidado pero siempre otra noticia opaca a la primera, el vertiginoso y complicado mundo de ese tiempo lo que es noticia hoy mañana es obsoleta se fue perdiendo la primera plana hasta que al tiempo desapareció.

El hombre que despertó de su sueño eterno se quedó después de tantos años sin familia sin amigos sin trabajo él era arriero su trabajo no existe más, su casa no existía ahora era un edificio donde otros moraban, en la terminal de ómnibus se encuentra un vagabundo con un fiel amigo un perro, sentado sobre un cajón de madera mirando sin ver el polvo del camino convertido en asfalto......


ALEJANDRO CAPLAN   

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