LOS IDUS DE MARZO
La silenciosa tarde de un día de domingo, negros nubarrones son presagio de tormenta detrás de un gran ventanal veo deambular poca gente, una niña con un paraguas cerrado señal que aún no llueve, de pronto un relámpago ilumina la habitación le sigue el estruendo de los truenos miro hacia arriba, sobre mi cabeza el cielo comienza a llorar,
Llueve y sus lágrimas se convierten en gotas que golpean en el cristal de la ventana, luego va corriendo al igual que una lágrima se diluye sobre el rostro, un anciano con un paraguas de color negro se atreve al aguacero camina en zigzag eludiendo baldosas flojas y charcos de agua, parece un acróbata circense con su paraguas extendido tratar de caminar en la cuerda floja.
Ya entrando en la adolescencia cuando no eras niño ni tampoco grande para poder entrar a un café o un baile, cuando los chicos miraban a las chicas con otros ojos y viceversa producto de una cuestión hormonal, se inventó lo que luego tuvo el pomposo nombre de asalto lejos de los que denominan hoy.
Sencillo era el juego simplemente un baile entre adolescentes casi siempre en la terraza de unos de ellos o un patio grande, las chicas eran las encargadas de traer comida y los muchachos la bebida nunca nada de alcohol, lucecitas de colores una mesa y sobre ellas las vituallas y separado de ella otra mesita aparte para el tocadiscos, y de cuando en cuando el padre o la madre sin vigilar vigilaba por si alguno se quisiera propasar.
Cansados de susurrar sobre mi cabeza los duendes y los saltarines gnomos se han retirado es la hora de tomar unos matecitos con bizcochos, los idus de marzo han sido generosos conmigo………
Los Romanos tenían los Idus de Marzo como buen augurio.
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